LOS ANTEOJOS ESTABAN SUCIOS…’ LOS ANTEOJOS ESTABAN SUCIOS…’


Veo con preocupación, aquí, allá y acullá, actitudes aparentemente torpes o de poco tino, pero que, al observar cuidadosamente los acontecimientos, se percibe que hubo algo en el horizonte, que se descompaginó.

Al comenzar a redactar cierto artículo, la inspiración volaba como nube al viento, las ideas afloraban al typear cada palabra, pero… algo incomodaba en todo su conjunto. Mis lentes necesitaban limpiarse.

En nuestra sociedad actual, es bien probable que muchos de mis lectores, hayan observado el siguiente misterio. Misterio que puede acabar siendo un problema.

Con la pérdida del sentido común, de la luz de la razón, en una gran cantidad de personas, nos vemos en la obligación de tener que explicar los pormenores o hasta lo básico de una situación, para no encontrarnos con actitudes irreflexivas frente a lo que podamos decir o pensar. No sé si llamarlo, misterio, o bien asombro.

En el día a día, tenemos que tratar con mucha gente presencial, telefónicamente o bien, a través de alguna de las redes sociales. Pues bien, no solo me refiero a los mensajes de whatsap, que debemos vigilar para no dejar margen a una mala interpretación, si no, a situaciones más importantes y graves que bien pueden originar resentimientos, asperezas, distanciamientos, o hasta discusiones o peleas. Con esta situación de epidemias, los ánimos y el estado psicológico de las personas, fue alterado.

Diría que hemos retrocedido en el campo del trato personal. Debemos dar más atención que antes, a las buenas maneras, la delicadeza, el análisis y la observación previa. Una pequeña mancha en los lentes, puede perturbar la visión, y hasta obstaculizarla. El análisis y la observación, así como el discernimiento, deberán ocupar un lugar de muchísima preponderancia en las relaciones humanas.

El mejor ejemplo que me viene a mi mente, es, una hoja de papel de periódico mojado. Al tomar cierto papel mojado, no solamente intuimos que debemos manejarlo con calma y cuidado, porque de lo contrario se rompe y ya no lo podríamos reconstituir. Pues bien, la actual situación es muy parecida. La psicología de la gente mudó, y con ello todas sus potencias y virtudes.

Equivale a un apagar de las mentes, del raciocinio, de la lógica. Lo que ayer era obvio o lógico, hoy se pone en duda, y mañana se lo desconocerá. Es viajar en un avión comercial, cuyo piloto solo entiende de mecánica automotriz.

Reflexionar, actuar con paciencia, y, saber comprender que la situación actual debe ser repensada, refundada y redireccionada.

Editorial, junio 2021